El día de ayer, mi Pastor nos hablaba sobre la LEY DE LA SIEMBRA Y LA COSECHA y nos decía que es quizá la ley mas poderosa de nuestra vida y quizás del Reino de Dios; es una ley inquebrantable:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segara Gal.6:7 “
Respecto a esta ley, algunas veces me he preguntado: Estoy sembrando o cosechando en este momento? estoy en tiempo de espera para la cosecha o sencillamente estoy cosechando lo que un día sembré?...
Lo único que en este momento tengo claro, es que un día decidí buscar primero de Dios y su justicia y sé que aunque en muchas ocasiones actúo erradamente, seguiré sembrando y actuando de acuerdo a lo que quiero cosechar y aunque muchas veces no resulta fácil, siempre, siempre que haga el bien cosecharé algo bueno.
Me he dado cuenta que sembrar para bien muchas veces implica esfuerzo, trabajo, lágrimas, tristeza, pero aunque el fruto no se vea en su momento, se que un día vendrá y esto me anima a seguir adelante y que un día me alegraré y me gozaré.
“Los que sembraron con lagrimas, con regocijo segarán. Sal.126:5”
No nos cansemos de sembrar generosamente y generosamente segaremos (2Cor 9:6). Dejemos que la luz de Cristo nuestro Señor fluya a través de nuestras vidas, y aunque sembrar no es una tarea fácil, ya que requiere esfuerzo, perseverancia y mucha fe, si no desmayamos a su tiempo segaremos.
Oro para que Dios nos de sabiduría no solo para seguir sembrando, sino para reconocer el momento apropiado para hacerlo...
Dios te bendiga rica y abundantemente!!