Cuando mi Pastor predica, siempre incluye en sus mensajes anécdotas que nos hacen recordar la enseñanza, son muchas y buenísimas, pero hay una en particular que me encanta y quiero compartir con ustedes:
Soy Juan, reportándome!
Había un humilde hombre que cada día, al mediodía entraba corriendo a una pequeña iglesia, permanecia por espacio de cinco minutos y salia apresuradamente. Esta historia se repitió por semanas, hasta que un día el Pastor de la iglesia intrigado y preocupado por el desconocido lo confrontó y le preguntó porque llegaba y se iba apresuradamente. El hombre, al notar la desconfianza del Pastor le dijo:
- Pastor, verá ud, soy albañil y trabajo en la construcción del edificio que está a diez cuadras de esta iglesia, entonces al medio día me dan media hora para almorzar y como demoro diez minutos en venir, diez en regresar y como en cinco minutos, solo tengo 5 minutos para postrarme de rodillas en el altar y hacer esta oración: "mi amado Jesús, te agradezco por amarme tanto y por ser la fortaleza de mi vida, SOY JUAN REPORTANDOME..." y es que desde que conocí a Jesús, no puedo pasar un solo día sin reportarme con Él y agradecerle por su obra en mi vida.-
El Pastor quedó conmovido con esta historia y cuando aquel humilde hombre que había ministrado su vida se retiró, fue al altar y oró: " Mi amado Jesús, gracias por tu obra en mi vida y por ser mi fortaleza, soy yo, tu siervo reportádose".
Juán continuó llegando por varios meses, hasta que un día sin más ni más no apareció y al dia siguiente tampoco y así pasó una semana; entonces el Pastor fue hasta la construcción y preguntó por Juán y le informaron que hacía una semana se había caido de un andamio y estaba gravemente enfermo en el hospital.
El Pastor que había llegado a apreciar entrañablemente a Juán, corrió hasta el hospital y al preguntar por él la enfermera le contestó:
- Ud pregunta por Juan el albañil? pobre hombre, nadie a venido a visitarlo desde su ingreso! está solo y abandonado en la última habitación.-
Sin embargo, cuando el Pastor entró a la habitación, se encontró con un Juán, que a pesar de encontrarse todo enyesado, tenía un rostro resplandeciente y una gran sonrisa y le dijo:
- Esa enfermera no sabe lo que dice Pastor, porque desde el día que ingresé moribundo a este hospital y cada mediodía, se acerca un hombre y me dice al oido: "Juán, me ha conmovido tu amor y tu oración cada día, ahora en tu momento de dolor, SOY JESÚS, REPORTÁNDOME",
Y es que si cada día nos preocupamos por fortalecer nuestra relación con Jesús, orando y estudiando su palabra y hacemos de Él, la fortaleza de nuestra vida, en nuestros momentos de dolor, angustia o desesperación, lo sentiremos a nuestro lado y nos dirá al oido: "porque te amo estoy contigo, no temás, SOY JESÚS, REPORTÁNDOME"...
DIOS TE BENDIGA!!
7 comentarios:
Que historia tan hermosa, ojalá pudieras compartir las demás =)
El Señor no nos abandona, Su mano es la que nos sostiene, yo soy testigo de eso!
Te dejo un saludo muy amoroso Dalmy, que bueno ir conociéndo más y más mujeres sirviendo a Dios. Besosss
Preciosa la historia Delmy. Me ha emocionado. Dios siempre está ahí, tan solo hace falta mirar con los ojos del alma para encontrarlo. Un abrazo grande.
Que bella historia amiga.. Es completamente cierto lo que dices... dios siempre nos pasa la mano cuando estamos desprotejidos..!! Con
Cariño ARA..
Amen! Así es querida Rocío! gracias por comentar en mi blog,te deseo lo mejor, muchas bendiciones
Hermosa reflexion. Gracias por compartirla...Bendiciones
este es tan hermoso k me have rekordar lo sola y lo mal k me ciemto pero tambien hiao sentir mejor pork jesus esta aki ami lado...oren pormi nesexito d sus oraciones para akabar kom esta depreciom y soledad k esta aka..junto...ami
me llamo karolina quinones porfabor pren xmi nesecito komtiniar y regresar alos kaminos d mi dios...kiero k esta soledad y triateza s bayan d mi lado
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Gracias por tu comentario. Dios te bendice!!!